Esta semana terminamos de comentar el caso clínico 69 de la Dra. Yurika Sato y aprovechamos para repasar las infecciones por Pseudomonas aeruginosa, una bacteria causante de gran morbimortalidad en nuestro medio, principalmente en pacientes inmunodeprimidos o en infecciones nosocomiales. ¡No te pierdas nuestra revisión!
El estudio epidemiológicos de dichos brotes hasta conseguir localizar el origen del mismo o el reservorio responsable resulta cuanto menos una odisea. En los últimos años, se ha protocolarizado bastante la realización de dichos trabajos detectivescos y podéis ver un ejemplo aquí
- Segunda causa de neumonía intrahospitalaria (16%)
- Cuarta causa de infección de herida quirúrgica (8%)
- Quinto patógeno más frecuentemente aislado
Resistencias
Un interesante resumen visual de los mecanismos de infección y resistencia los podemos encontrar en esta infografía publicada en la web de Nature
Estas altas incidencia y prevalencia de resistencias a los antibióticos más habituales y la aparición de cepas productoras de Betalactamasas de espectro extendido y metabetalolactamasas (BLEE/MBL) han generado un escalamiento progresivo en las terapias empíricas que iniciamos cuando sospechamos una infección con riesgo de ser causada por Pseudomonas aeruginosa.
Algunos trabajos han analizado el impacto que estos ciclos antibióticos tienen sobre la producción de resistencias. Un ejemplo sería este, un trabajo publicado por investigadores de nuestro centro en 2011.
Infecciones cutáneas por Pseudomonas
Además de ser agente etiológico de un número no despreciable de celulitis (como hemos dicho previamente destaca su papel en las infecicones en pacientes inmunocomprometidos o en infecciones nosocomiales), las infecciones por Pseudomonas aeruginosa pueden presentar algunas formas clínicas características cutáneas:
1.- Ectima gangrenoso: Se produce principalmente en paciente inmunosuprimidos, puede asociar cuadros de bacteriemia y la lesión típica cutánea es consecuencia de una infección/invasión del espacio perivascular con formación posterior de una área central de necrosis
1 comentario
Unknown · 21/10/2015 a las 10:45
Gracias