El caso clínico de esta semana ha resultado ser una endocarditis por Tropheryma whipplei. Aprovechamos para realizar un repaso a las infecciones causadas pro esta bacteria además de revisar las endocarditis de cultivo negativo.  Esperamos que os resulte interesante





PRESENTACIÓN COMPLETA

        

RESPUESAS A LAS PREGUNTAS DE LA SEMANA

En cuanto al diagnóstico, parece que la mayoría de respuestas coincidían en una endocarditis infecciosa con un ictus secundario a la misma. Sin embargo, un poco más de dispersión vemos en el tipo de endocarditis. Solo un 63% considerabas probable una endocarditis bacteriana de cultivos negativos mientras que un 14% pensaban más en una infecciosa no bacteriana (¿fúngica?) y otro 15% en una endocarditis no infecciosa.

En contra de la posibilidad de una endocarditis infecciosa no bacteriana irían los hemocultivos negativos seriados. En un porcentaje elevado de endocarditis fúngicas, suelen resultas positivos.
De las endocarditis no infecciosas (también llamadas endocarditis maránticas o de Libman-Sacks), que por sí solas darían para hacer varios post, podemos decir que son un fenómeno muy poco frecuente, con difícil diagnóstico diferencial y que generalmente se diagnostican en autopsias. Es necesario para su diagnóstico premortem una alta sospecha, la evidencia de verrugas (en este caso trombos plaquetarios adheridos) y la presencia de factores de alto riesgo para el desarrollo del cuadro.

Si comparamos las respuestas obtenidas con la tabla publicada en el NEJM de etiologías de endocarditis con cultivo negativo vemos que se correlacionan bastante bien;


Finalmente, hablando del tratamiento y teniendo en cuenta que nuestro paciente presenta una alta probabilidad de padecer una endocarditis bacteriana, parece apropiado ajustar el tratamiento antibiótico empírico iniciado con amoxicilina-clavulanico

Categorías: Casos clínicos

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