Cincuenta casos clínicos publicados no es algo que podamos celebrar cada día así que esta semana nos ha tocado un caso especial, presentado pro la Dra. María Almodovar del servicio de M. Interna del Hospital Son Espases.
Os recomiendo que no os lo perdáis…
Si todavía no has visto la primera parte y quieres intentar responder a las preguntas, deberías hacer click en [este enlace] antes de seguir leyendo.
RESOLUCIÓN DEL CASO CLÍNICO
RESPUESTAS DE LA SEMANA Y COMENTARIOS
Poco hay que añadir esta semana a lo respondido por vosotros. Por la sintomatología de la paciente parece que sería apropiado iniciar tratamiento empírico pudiendo ser tanto la doxiciclina como el amoxi-clav opciones válidas para ello (en nuestro caso se inició tratamiento con ambos).
El resto de opciones parecen en principio menos recomendables dada la sospecha inicial de Bartonelosis
De todas las serologías mencionadas, las primordiales serían para Bartonella y quizá Rickettsia. Podríamos discutir la indicación de una serología para VIH (según autores ,podría ser recomendable y costo-efectivo realizar una serología de VIH en todo paciente ingresado con un proceso infeccioso).
Del resto, la sífilis se presenta en los casos de afectación ocular más frecuentemente como endolftalmitis. Las toxoplasmosis y toxocariasis tienen típicamente implicación retiniana.
Una enfermedad no mencionada en el listado y que también podría (según contexto epidemiológico) ser rentable descartar es una tularemia.
De inicio, no parece necesario realizar más pruebas de imagen más allá de una radiografía simple de tórax. En función de la sospecha clínica, podría considerarse la necesidad de realizar una ETT si sospechásemos una endocarditis por Bartonella por la sintomatología de la paciente
Terminando el post de hoy, quería aprovechar para reparar ¿quién era Henry Parinaud?
Oftalmólogo francés, realizó varios trabajos relacionando alteraciones del SNC y su efecto sobre los movimientos oculares en una época en la que los mismos se consideraban regulados por el sistema nervioso periférico.
Da nombre al Síndrome de Parinaud que consiste en una limitación al movimiento ocular vertical con convergencia conservada. Podéis leer más aquí
0 comentarios